Tengo una familia con dos peques que lo son todo. Uno de ellos viene pisando fuerte: tiene más mundo interior que yo. Cuidadito con él. La otra, todavía le queda camino por andar, de momento, me saca sonrisas cada día. Y un compañero que es tan diferente y tan parecido a la vez a mí, que encontramos el equilibro. Como en la fuerza. Los dos somos superfans de Star Wars. A tope.