jueves, 1 de marzo de 2018

Michael y Penny: detrás de las escenas


Michael y Penny. Detrás de las escenas.

Antes de comenzar a hablaros del proceso de creación de Michael y Penny, debo confesar algo. Y es que me ha pasado una cosa muy curiosa con este par, que no me había pasado con Sara y compañía. Al publicarlos, he sentido algo así como cuando un hijo se va de casa, que aún no lo he vivido, pero me imagino lo que se sentirá: felicidad y orgullo porque comienza a labrarse su propio camino, pero añoranza también. Así que estoy sensible, por eso quiero pasar media tarde hablando de ellos. Intentaré no enrollarme demasiado.


La historia de Michael y Penny comienza en una playa de Riviera Maya, en Tulum. Penny y su hermana, Anna, viajan hasta allí para superar lo que sucedió tres años atrás en ese mismo lugar y así dejar de temblar cada vez que alguien menciona la palabra «Caribe». Mike va a pasar unos días de vacaciones con sus primos, Alan y Thomas, para desconectar un poco de su mundo: no es el mejor mundo del mundo.

Esta es la playa:

Veo esta foto y solo puedo imaginarme a Penny moviendo los pies al ritmo de Morat y a Mike surfeando con el bañador naranja. Dios, los quiero demasiado.

El personaje de Mike fue el primero en llegar a mi cabeza, con nombre y muso incluido. Tuve clarísimas ambas cosas desde el minuto uno. Primero fue el nombre: Michael Cunningham. Luego, el muso. Fue verlo y pensar: Hola, Mike. 


Penny costó algo más, no el personaje en sí, ese vino igual de rápido que Mike, pero nombre y musa... El primer conflicto lo tuve con el nombre. CONFESIÓN (1): primero fue Elsa y luego Alejandra. Penélope apareció allá por el capítulo cuatro... Necesitaba un diminutivo especial que solo usara Mike y que me enamorara, y ni Els ni Alex me convencían: esa no era mi chica. Según escribía los capítulos me daba cuenta de que el nombre no era el correcto y entonces llegó Penn. Ya no dudé más: era ella. Encontrar musa me llevó bastante más tiempo... hasta que la encontré casi cuando ya había terminado el primer borrador de la historia.


Ya he comentado en alguna ocasión que el primer encuentro de Mike y Penny, sin contar cuando ella lo observa en la playa de Tulum, es algo embarazoso. A ella se le cae la toalla y se queda totalmente desnuda delante de Mike y de sus dos primos. Pues bien, siguiente CONFESIÓN (2): esta escena está basada en hechos reales, y sí, me pasó a mí. Tenía diecisiete años y estaba en mis vacaciones de verano en un camping de Galicia. Salía con mi hermana de las duchas y en un pequeño muro que había en la salida había un grupo de chicos más o menos de mi edad. Bueno, pues ya sabéis lo que sucedió. La toalla cayó. Todavía es el día que mi hermana me lo recuerda, partiéndose de la risa, claro.

Aprovecho para hacer la siguiente CONFESIÓN (3) de hechos reales: ¿habéis llegado a la escena de cuando Penny no consigue aparcar el coche en la universidad y entra en bucle? Bien, segunda escena real. Y también me sucedió a mí. Me acababa de sacar el carnet y fui toda valiente a la uni en coche. Era algo sencillo, yo vivía muy cerca de la universidad y era una manera de practicar sin sobresaltos. Error.
Fui a meterlo de morro en un sitio que encontré libre y me quedé ahí clavada, ni podía avanzar ni podía retroceder: rozaba el coche de todas todas. Después de no sé cuánto tiempo sudando y dejándome los brazos (no tenía dirección asistida), me abrieron la puerta del piloto y ahí que apareció un compañero de clase. La cola que se había organizado era digna de ver. Tiró mi cojín del Rey Leon y se sentó en el asiento del piloto; yo quedé relegada al del copiloto. Lo aparcó en dos segundos.
Esta escena para Penny se me ocurrió en cuanto vi la calle del edificio principal de la Universidad de Oxford.
Una curiosidad: el despertador de La Macarena de Penny también existió; realmente era un infierno, y desapareció misteriosamente en la mudanza... no tengo foto.

Una de las cosas más bonitas de haber escrito esta historia fue mi viaje a Oxford. Aproveché que mi pareja y yo hacíamos veinte años juntos (sí, veinte años, él no tenía barba cuando nos conocimos y yo tenía la cara llena de granos; es lo que tiene la adolescencia) y como nos conocimos en Londres, pues allá que nos fuimos, y Oxford queda tan tan cerca... que era visita obligada. Fueron unos días geniales donde aprendí muchísimas cosas sobre la historia de Oxford (espero no haber sido muy pesada) y donde Mike y Penny se hicieron más reales que nunca.

Estuve tomando una cerveza en la mesa junto a la ventana del pub de James donde Grace y Penny siempre se sientan:

Y como soy la más friki del lugar, me compré una sudadera de Oxford y no me la quité en todo el viaje. Y qué bien me lo pasé paseándome por todo Oxford con ella:


Bueno, creo que he soltado suficiente tostón, jiji. Os dejo ya. Solo un último resumen:

La historia de Michael y Penny es una historia de amor de verano. Pero no una historia de amor cualquiera, sino una de las que dejan huella. Pero la historia de Michael y Penny no acaba con el verano, porque el destino les tiene preparada una sorpresa. Un reencuentro que los descolocará. Que los dejará en una situación complicada. Muy complicada. Pero es que la huella es tan fuerte que... no podrán resistirse.

Si queréis ver más fotos de la historia de Michael y Penny, no os podéis perder mi  tablero de Pinterest de En cada canción, pero OJO para todos aquellos que no hayáis leído el libro: HAY SPOILERS.

Y ya me despido. Espero que os haya gustado esta entrada y que os haya acercado un poquito más a Michael y Penny. Si aún no los conoceis y os apetece hacerlo, AQUÍ los tenéis.

Un abrazo.

Susanna.
jueves, marzo 01, 2018 / by / 3 Comments

3 comentarios:

  1. Ufff Susana!es el primer libro tuyo que leo....y me ha enamorado la historia,me he hecho un artón de reír, sobretodo con la escena de la piscina,pensar que te paso a tí!
    La historia es preciosa,la voy a recomendar siempre, ahora seguiré con Sara pero primero necesito unos días para saborear el libro de Penn y Mike!

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  2. Hola! Muchas gracias por pasarte por aquí! Me alegro un montón de que te haya gustado la historia de Mike y Penn. Lo de la piscina en su momento quería morirme de la vergüenza, pero ahora la recuerdo (o me la recuerdan) con cariño, jeje. Ya me contarás qué tal Sara... Ay, mi Sara. Un abrazo.

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