Serie Cabana entre bambalinas

¡Hola!

No sé muy bien cómo estructurar esta entrada, así que me vais a perdonar si resulta algo desordenada (insertar monito del WhatsApp con las manos en la cabeza aquí).

¿Quiénes son los Cabana? Son ellos: River, Marcos, Hugo, Adrián y Priscila:

¿Cómo surgieron? Pues la verdad verdadera es que el primero en tocar a la puerta en mi cabeza fue Alexander St. Claire, protagonista masculino del primer libro de la serie: Aquel último verano. Fue más o menos así:

Yo me encontraba tan feliz en mi playa de Calpe, tomando el sol después de un par de horas en el agua. Yo tengo mi sitio en la playa de Calpe, es justo debajo de una de las torretas de los socorristas, nunca bajo sombrilla y la sombra que proyecta la torre hace su labor, jeje, y, de repente, me quedé pensando en que estaría genial escribir una historia sobre un socorrista. Sobre un socorrista que primero fue nadador olímpico, pero que algo sucedió... Y ahí nació Alex, al instante.

Alex y su piscina... todavía se me rompe el corazón. En aquel momento no lo quería tanto y tuve claro que no iba a poder nadar de nuevo a nivel olímpico. Pero... Si tuviera que escribir hoy su historia... no sé si sería capaz de hacerle eso. Aunque supongo que las cosas ocurren por una razón y que aquello tenía que suceder. Si Alex no fuera socorrista en verano y no tuviera el resto del año libre... no existiría el quinteto desayuno. Por cierto, me habéis preguntado muchísimo por el quinto integrante de esos desayunos... Pues allá va: es Álvaro St. Claire, el hijo de Pris y Alex, que en #Cabana4 tiene un añito recién cumplido. Imaginaos a Alex, Marcos y Dylan criándolo... jajajaja, tres hombres y un bebé total. No veáis las que van a liar, menos mal que enseguida llega Catalina para poner orden.

Esa marca blanca (lo mío no es el dibujo, siempre lo he dicho) soy yo con mi toalla, debajo de la torreta de Alex. Luego le cedí el puesto a Pris. :)

Bien, continúo, que yo me voy tanto por las ramas que da miedo. Segundos después de ver a Alex (en casi carne y hueso todo lo guapo y mediterráneo que es) llegó Priscila. En un primer momento, sin pompones. Ya llegarían. Ambos comenzaron a contarme su historia, la de su pasado, y yo tuve que encerrarlos en mi cabeza porque en aquel momento estaba metida en otro manuscrito: En cada canción. Lo acabé a finales del año 2017 y me di unos meses para comenzar con Pris y Alex. Hasta que llegó su momento.

Por cierto, paréntesis, supongo que ya se intuye, jeje, pero el pueblo alicantino donde se desarrolla la historia es Calpe. Estoy enamorada de Calpe y no es ningún secreto. Y voy muy en serio cuando digo que ahora cada vez que entro en el pueblo huele a Cabanas. El estómago me da una especie de vuelco y todo, por pisar el suelo que ellos pisan a diario y frecuentar sus lugares favoritos. Es como si los viera. Es de locos, lo sé. La primera vez que me pasó fue en la Semana Santa de 2018, viajamos a Calpe y yo había escrito ya más de la mitad de su historia. Fue una pasada, es que aún recuerdo el vuelco y pensar: Ellos viven aquí.

Y otro paréntesis en cuanto a los nombres. Priscila salió enseguida, Alex... Alex era Samuel, pero no acababa de encajar. Recuerdo darle mil vueltas con mis amigas, Alex era una de las opciones, hasta que me acordé del grupo de música “Alex y Cristina” y eso fue decisivo: Alex y Priscila. Yo hasta que no doy con el nombre perfecto, soy incapaz de escribir nada decente. Y de ahí al Chas y aparezco a tu lado, un paso.

Escribí el capítulo uno (ese primer encuentro en Cala Medusa) y después todo el pasado de Pris y Alex del tirón. Lo escribí en un par de semanas, creo recordar. Sin descanso. Necesitaba saber lo que había sucedido en su pasado para ponerme en su piel en el presente y entender bien cómo habían llegado cada uno a ese primer encuentro. Después, intercambié un pasado y un presente. Un pasado y un presente. Todo encajó bastante bien. Y lo que no, intenté que encajara. El resto fue magia.

Los hermanos de Pris llegaron también casi desde el principio, pero su participación iba a ser meramente anecdótica. Eran necesarios para que la personalidad de Priscila y el mundo de color de rosa en el que vivía encajaran. El asunto fue que me enamoré de los hermanos sin poder evitarlo. Me enamoré mucho. Así que se convirtieron en protagonistas. Cuando esto sucedió yo ya había escrito mucho pasado, así que me tocó volver atrás y conocerlos a ellos también desde el inicio de los tiempos. También me tocó cambiar conversaciones de WhatsApp por llamadas telefónicas a cinco bandas porque me di cuenta a mitad de manuscrito de que el WhatsApp no existía en aquella época. Menos mal que publicamos en diferido y no en directo.

River era astronauta en un primer momento, sí, astronauta (insertar aquí un montón de monitos con las manos en la cabeza), y hay una escena en el pasado donde Alex le dice a Pris que su hermano mayor, cuando se encuentra en el jardín con el ordenador, realmente no mira el ordenador sino a las vecinas. Pues esta escena era en realidad River con su telescopio enfocando a las vecinas y no al cielo... Con el cambio del ordenador por el cielo no quedó tan guay, pero me dio pena eliminar toda la escena. A mitad de manuscrito también, decidí que River trabajaba en el CNI y que ahí había tomate del bueno con Cata. Se lo comenté a mi marido: Oye, ¿tú crees que es una locura que River trabaje en el CNI? A lo que me contestó: La verdad, me parecía más locura que fuera astronauta. Ouch. Jeje.

Lo que me recuerda, que tengo una escena eliminada. Cuando Alex y Pris ganan la carrera de motos de agua no regresaban a la orilla, iban juntos hasta Benidorm... decidí eliminarla en el ultimísimo momento, no me acuerdo ahora bien del motivo, jeje, creo que fue que no me gustó en la última relectura.

El resto de las profesiones de los hermanos salieron solas. Ah, y Pristy, la ardilla. Tenía un boceto y todo y la idea era meter las viñetas que Pris y Jaime escriben para el periódico en el libro, pero era una locura. Al final me decanté por los minicomentarios que deja caer Pristy aquí y allá.

Lo dibujó un amigo a partir de un boceto muy muy pobre que hicimos mi mejor amiga y yo en una mañana de aburrimiento total. La verdad es que ahora la miro y tiene su encanto. Hola, Pristy.

Continúo con los hermanos, ya os he avisado que esto iba a ser un tanto caótico. Una vez terminado el manuscrito, tuve que hacer una escaleta con la trama de los hermanos, porque aparecían y desaparecían sin sentido (más monitos), en plan, que a uno lo dejaba en el capítulo ‘x’ comiendo un helado en la heladería y ocho capítulos más tarde seguía en el mismo sitio comiendo el mismo helado, jeje. No es fácil escribir una novela donde tantos personajes tienen su propia trama, pero creo que le he cogido el truco ya. ;)

Terminé Aquel último verano con las tramas de los hermanos abiertas/cerradas y sin tener ni idea de si iba a continuar con la serie o no. Solo me planteé continuar justo cuando publiqué el libro en junio. Creo que estar en Calpe (tuve que viajar para cambiar de aires después de que me operaran) y estar con todos ellos de nuevo ayudó a que mis ganas se incrementaran. Me vino la historia de Marcos a la cabeza, en primer lugar. Después pensé en continuar con River y terminar con una historia coral de Adri y Hugo, donde Hugo acababa con Jaime. Hugo era el hermano que menos conocía y eran tan... contenido. Me daba un poco de miedo meterme en su cabeza, porque no sabía si iba a encontrar algo. No sabía si querría hablarme. 

Me concentré en Marcos, yo soy muy de apagar cada fuego a su tiempo, pero... algo no cuajaba. La historia de Marcos no acababa de convencerme y eso que la tenía totalmente hilada. Incluso la voz de ella. Iba a liarse con una actriz de teatro que vivió en el pueblo cuando era pequeña y que regresaba por temas personales. Tenía hasta título para el libro. Ahí es nada. Lo dejé pasar un tiempo y de repente, de la nada, en un concierto de Bon Jovi, me vino Dylan a la cabeza... Y Hugo. Dios mío, ¡Hugo! El hermano más hermético y complicado. Yo estaba escribiendo otra historia (la segunda parte de la bilogía fantástica) y tuve que dejarla a medias, era la segunda vez que dejaba un manuscrito a medias para empezar otro (curiosamente, la primera vez que abandoné un manuscrito fue con la primera parte de la bilogía fantástica). 

Escribí la historia de Hugo y Dylan en un mes. Así de fuerte fue. Y así de fácil me lo puso Hugo, mi Hugo (corazón, corazón). Así que de pretender escribir una historia coral entre Hugo y Adrián para cerrar la serie pasé a que Hugo tuviera su propio libro y fuera el segundo. En esta ocasión lo escribí tal cual viene en el libro, alternando pasado y presente. El pasado de ambos lo tenía bastante claro desde el principio y se me ocurrió que podía enfrentar ambos pasados, para que se vieran las diferencias. Y el día que se me ocurrió que se habían encontrado en el pasado... corazón, corazón.

La voz de Dylan me llevó una mañana encontrarla. Tenía que escribir el primer capítulo contado por él y me quedé en blanco frente al ordenador. Bajé a la piscina con Albert y los niños y mientras nadaba (creo que estuve una hora en el agua sin parar) vi cómo Dylan escuchaba el sonido de los Cabana, uno por uno. El resto de su caótica voz vino casi sola. 

Por cierto, Dylan al principio se llamaba Marlo, creo..., no recuerdo bien, jejeje, pero yo sabía que ese no era su nombre. Ahora lo pienso y es en plan, Marlo, por dios, no. ¿Marlo Carbonell? Es casi peor que Bob Carbonell, jejeje.

Y todavía los veo. A Hugo y a Dylan. Y espero que os hayan gustado porque son secundarios de peso en la historia de River y también salen muchísimo en Marcos y en Adrián. Tenemos Hugo y Dylan para rato, jejeje.

Acabo de acordarme de otra cosa, en un grupo de lectura me preguntaron por el nombre del grupo de WhatsApp de los hermanos Cabana y me di cuenta de que ¡no tenía nombre! Así que estoy pensando en uno que sea muy guay... ya saldrá.

Y ahora voy a hacer una confesión que me da un poco de vergüenza. En verano, etiqueté Calpe en una de mis publicaciones de Instagram y la alcaldesa se puso en contacto conmigo. Como la historia transcurría en el pueblo, me invitó al ayuntamiento a hablar sobre ello. Yo fui encantada y la verdad es que se portaron genial conmigo. Me hizo muchísima ilusión. Le dediqué un libro y me dijo que iba a leerlo. Entonces, horas después, en la playa, contándole yo a mi marido mi experiencia en el ayuntamiento, me di cuenta de que la trama de River giraba en torno a que el alcalde del pueblo era corrupto y lo investigaba el CNI (por favor, insertar aquí UN MONTÓN DE MONITOS CON LAS MANOS EN LA CARA). Pase un mal rato, para qué negarlo. Yo nunca me meto en política y para una vez que se me ocurre hablar de un alcalde... oye, a lo grande. Pues en ese momento, a la orilla del mar, hablando con Albert, surgió toooda la trama del libro de River y Cata. Y hasta aquí puedo leer, claro...

Curiosidades varias:

-El bar de Narciso existe. Está debajo de mi casa. Vamos, y que Narciso existe. Es el dueño del bar.

-Para los que conozcáis Calpe: la urbanización de los padres de los Cabana es Calpe Park y los grandes almacenes son los Aitana.

-Estos Cabana nacieron antes que los Cabana del libro de No es amor, es diciembre. De hecho, mi idea inicial era anunciar en el epílogo de Aquel último verano que había historia para Adam Wallace y que era con una prima Cabana, pero, por circunstancias de la vida, publiqué antes No es amor, es diciembre, así que habéis conocido primero a Ariadna Cabana. Por cierto, para los que hayáis leído No es amor, es diciembre (OJO SPOILER): cuando Adam está corriendo por la playa, se cruza con un padre corriendo y sus hijos en bici (y un perro). Es Alex con Álvaro y... su futura hija. Y la escena donde están todos en una casa con piscina es la casa de Pris y Alex. Anda que no da de sí esa piscina, jajajajaja.

-Ya os habréis dado cuenta con el epílogo 2 de El chico de la última fila, que el epílogo de Aquel último verano está muy muy incompleto. La idea es rellenarlo con cada libro de la serie. Al final, allí arriba, en ese Peñón, están todos los Cabana con sus respectivas parejas y algunos hijos, porque sí, hay más hijos aparte de Álvaro St. Claire.

-Hay un guiño muy muy bonito que tiene que ver con Cata en ese Peñón en #Cabana3, a ver si lo pilláis. ;)

-Cuando releo Aquel último verano me chirrían algunas frases de los hermanos. Hay un poco de caos. Aún los estaba conociendo. Pero a la vez también estaban como muy definidos desde el principio. Es mágico.

-Aquel último verano es el manuscrito que más tiempo he tenido en el cajón, de momento. Más de un año... Y mi primer manuscrito “difícil”. Priscila y Alex me exigieron como ningún personaje antes y tuve que volver hacia atrás muchísimas veces. 

-Tuve que incluir en mi superexcel con la escaleta de la novela los colores de los veranos de Priscila para no repetir (monitos monitos).

-Tuve que REHACER todos los años porque me confundí con la duración de la carrera de Priscila de Periodismo. Fue un caos. Pues no hay pocas fechas en el libro... y todas las canciones por cada año... vamos, que la lie en el manuscrito con más referencias de años que he escrito jamás. 

-Al principio la separación de Pris y Alex era de SIETE AÑOS. Sí, sí, como “Siete años en el Tíbet”. Se me fue, sí... El tema “años” casi que ha sido un protagonista más de esta historia, ahora que lo pienso.

-Con Priscila cree el precedente y ahora todas las portadas de la serie van a reflejar una escena del libro.

-Y con Hugo y Priscila cree el precedente y ahora todos los títulos de la serie llevan la palabra último/última... Me merezco un premio por los quebraderos de cabeza que yo solita me infrinjo. Título de River salió (y creo que os va a gustar), título de Marcos salió (aún no sé cómo) y título de Adrián estoy en ello. Acepto sugerencias... jeje.
-Lo primero que apunté en mi superexcel con datos importantes sobre el primer libro fue una columna para cada hermano con su fecha de nacimiento, tiré de la columna hacia abajo hasta el momento del presente y fui detallando todo lo significativo que sucedía cada año. Y tengo que tirar de la información de ese Excel en cada historia. Es vital.

Y hasta aquí hemos llegado. Menudo rollo os he metido. Para l@s que hayáis llegado hasta el final... ¡felicidades! Más monitos, monitos...

Un abrazo y espero que esta entrada os haya ayudado para la situación de confinamiento en la que nos encontramos. Mucho ánimo.

Susanna